BOLIVIA: DEL ESTADO COLONIAL AL ESTADO PLURINACIONAL
Por Rafael Bautista S."Al despuntar del albasiempre le antecedeuna oscuridad más negraque la noche"Colonización es el proceso de apropiación sistemática del excedente ajeno. Apropiación posible por el dominio del trabajo ajeno. Esta dominación (por opresión) produce las condiciones para enaltecer el ocio (el robo) y devaluar el trabajo; lo que, a su vez, conduce a la negación de la humanidad del que trabaja. Esto es lo que hace que los imperios mueran por dentro, porque la negación de humanidad no es impune: los fantasmas ocupan los sueños del opresor y le condenan al insomnio, trastornado por guerras que debe perpetuar para alcanzar una paz que no alcanza; tratando de olvidar la injusticia que ha desparramado, inventa pan y circo (farándula) para no estar solo. Así democratiza su condición, haciendo cómplices a sus convocados. Por eso la corrupción generalizada es la descomposición de su propio poder.La fortaleza del fuerte no es tan fuerte; es un gigante de bronce con pies de barro, por eso cae, porque su sostén es pura apariencia (mentira), fundamento que no tiene fundamento. Por eso cae maldiciendo, calumniando, insultando, mintiendo, escupiendo al cielo sus perversos propósitos. "Un fantasma recorre Bolivia, el fantasma de los Catari, del Willka, de Andrés Ibáñez, de doña Juana Azurduy, de Apiaguayki Tumpa, del Marcelo y del Lucho Espinal y de todos nuestros muertos. Todos los entenados del viejo Estado colonial se han unido en santa cruzada para expulsar a ese fantasma: el Cardenal y la embajada, Marikonvic y el senado, las malinches Cuellar, Cardenas, Untoja, Panamericana y Fides, los canales y la prensa. ¿Quién no ha sido calumniado de indio, llama o masista por la mentalidad racista-colonial? Si los perros ladran es porque avanza una fuerza incontenible. La cuaresma que precede a la resurrección anuncia al fantasma que sacude el sueño del opresor: Volveré y Seré Millones".Un Estado plurinacional es la novedad histórico-mundial que inaugura el siglo XXI. Es la novedad que está produciendo nuestra historia, asumida de modo consciente gracias a la insistente resistencia indígena. Por primera vez el Estado puede enraizar en lo propio, tener el fundamento necesario para proyectar un desarrollo auténtico; porque sólo la auto-consciencia de lo que somos puede proyectar lo que podemos ser. La falta de futuro siempre ha sido falta de pasado, porque no hay perspectiva alguna si no hay previamente capacidad de visión. Tener visión significa tener conciencia de lo que se ve; por eso, la consciencia nacional-popular es la que se transforma transformando su realidad. Una consciencia que se transforma produce ideas revolucionarias y, antes estas, la realidad, cede inevitablemente. Por eso la "fuerza del cambio" es incontenible, porque es el "grito del sujeto" que llega al cielo y estremece el universo entero.Se convocan todos los tiempos: el pasado y el futuro comparecen en el presente. Eso desata la furia de los poderosos, porque los fantasmas vuelven a señalarles como lo que son: "¿Qué haz hecho? La voz de las sangres de tu hermano está clamándome desde la tierra" (Génesis 4:10). La Tierra clama no sólo por el hermano, sino por toda su descendencia: un acto injusto no perturba sólo el presente sino todos los futuros posibles (la maldición que recae sobre el homicida maldice también su pasado y su futuro: maldice a sus antepasados y a sus herederos). Si la Tierra clama la pérdida del hermano, es porque ella recibe la sangre derramada, como testigo impotente del homicidio. Por eso los muertos vuelven y se hacen millones, vienen desde lo profundo de la Tierra para enjuiciar al Estado colonial: su carácter apátrida, gestionador de la miseria de su pueblo y de su Tierra; y proponen su transformación.Es el tiempo de los tiempos, el tiempo mesiánico, el Pachakuti: es el pueblo que sale de la esclavitud hacia la tierra donde mana leche y miel. Es levantarse del sometimiento y aprender a caminar, producir historia, dejar atrás el trágico y eterno retorno de lo mismo y ser sujeto, procreador de lo nuevo. Por eso ese caminar se lo realiza en el desierto, donde la única seguridad que tenemos es la unidad y la organización; donde el carácter del pueblo se pone de manifiesto y donde debe saber ser merecedor de lo que persigue. Por eso los obstáculos son siempre mayores, porque son del tamaño de las nuevas aspiraciones. Es el precio del que apuesta por su liberación; el proceso que atraviesa como pueblo es el proceso que atraviesa como individuo; por eso afloran las contradicciones y todo aquello que carga se evidencia a lo largo del camino: abriendo camino es como aprende a valorar lo que está creando. Dejando atrás lo conocido es como aprende aabrirse a lo desconocido; arriesgando es como va descubriendo de qué materia está hecho: "Dejamos en el pasado el estado colonial, republicando y neoliberal. Asumimos el reto histórico de construir colectivamente el estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario" (nueva Constitución). Dejar atrás y construir. Se trata de una voluntad constituyente-trascendental que asume ser sujeto de su propio desarrollo y se abre a lo nuevo que tiende, no como algo ya determinado sino algo por constituirse. Se trata del más explícito testimonio político (en la historia mundial) de un pueblo que se libera siendo, además, consciente de su liberación.El proceso para por una descolonización práctica, que es, a su vez, de modo eminente, descolonización subjetiva. Porque la colonización, a la que nos referimos, es la específicamente moderna. Es una nueva forma de colonizar, que estructura el poder, como dice Quijano, en un "patrón colonial del poder". Ya no se trata de la colonización objetiva sino subjetiva: la última "terra incognita" que persigue la conquista: la consciencia. No se puede ocupar militarmente las consciencias, pero sí se puede (y esto es una invención moderna) producir consciencia. Por eso la pedagogía moderna está diseñada para administrar, gestionar y justificar la dominación estructural, la clasificación mundial del trabajo y la corporalidad. Se enseña a dominar y a someterse de modo voluntario. La colonialidad produce un nuevo fenómeno: ya no necesita el amo cortar la cabeza de las elites esclavas; ellas mismas se la cortan, con la sonrisa impresa, para el agrado del amo.La felicidad del amo es felicidad del esclavo; por eso cuando el amo dice: estoy mal; el esclavo replica prontamente: amo, estamos mal. La dialéctica del amo y el esclavo inicia el proceso de subdesarrollo nuestro. Persiguiendo el reconocimiento del amo, el esclavo persigue una ilusión, pues tal reconocimiento es imposible, porque el esclavo no sabe ni siquiera reconocerse como lo que es. La falta de consciencia se traduce en falta de dignidad; sin dignidad es imposible hacerse respetar, por eso vende su alma por lo que sea (los periodistas se vendían a la Embajada por un té y el precio de los políticos era un fricasé). Por eso no puede proyectar nada que no sea el proyecto del que le ha comprado: desarrollando un proyecto ajeno se subdesarrolla a sí mismo, es decir, se convierte en objeto; degrada tanto su vida que busca, haciendo más miserable la vida de los demás, hacerse menos miserable. La imposibilidad de ser algo digno se la endilga a aquellos que le recuerdan su origen, los vuelve enemigos suyos. La educación que se impone ya no le emancipa sino le esclaviza todavía más: ya no depende sólo del amo sino de las cosas que produce el amo. Se vuelve un adicto: dócil en su sometimiento, está siempre listo para defender al amo, aun a costa de su propia vida.Por eso, en la dialéctica del amo y el esclavo, son las elites las que ocupa el lugar subordinado; porque ellas consienten y gestionan el sometimiento nacional, transformando a su propio pueblo en su enemigo. Por eso buscaron siempre su legitimidad afuera y nunca adentro. Serviles administradores de la dominación foránea, nunca pudieron producir país y menos nación, porque sus intereses provincianos nunca coincidieron con el interés nacional. Si sus privilegios consistían, precisamente, en la miseria crónica de su propio pueblo, cómo podían siquiera pensar en integrarlo al país que nacía en 1825. Por eso, la burocracia colonial, hace de Sucre su cuartel de operaciones y, desde allí, asaltan algo que nunca supieron qué significaba: la independencia. Primero expulsan a Sucre, el "mulato" mariscal que había dado su vida para que puedan aspirar a la dignidad de saberse libres; sepultan en el olvido a doña Juana Azurduy de Padilla, quienhabía ofrendado hasta a sus hijos para que puedan dejar de ser sometidos; y, regresando a su condición original, el 24 de mayo de 2008, en Sucre, escupen a su propia Tierra escupiendo a los campesinos que les alimentan. Así regresa una sociedad colonial a su tradición inquisitorial; por eso, la cruz templaria que ostentan no es gratuita. Por eso la Asamblea Constituyente no podía culminar en esa ciudad. Y si culmina en Oruro, es porque la historia no es casual: Oruro es protagonista del primer Manifiesto anticolonial explícito: el "Manifiesto de los Agravios" de 1737, de Belez de Cordoba; quien, como Bolívar y San Martín, propone la restitución del mundo indígena, como el modo legítimo de reparación histórica de estas naciones (que habían sido sacrificadas al primer dios moderno: el oro).Recuperar la historia de los vencidos supone un examen histórico-existencial de aquello en que consiste la singularidad de nuestra identidad. Cuando nace Bolivia, era claro lo que era ser español o europeo, pero ¿qué significaba ser boliviano? Lo que hizo la elite criolla (después mestiza) fue adoptar la cultura de los dominadores. Negando lo que se era se asumió lo que no se era; amputándonos un contenido real y efectivo de un desarrollo propio. Por eso nunca supimos caminar, porque no sólo nos habían amputado las cabezas sino también los pies. Así terminó frustrándose la independencia. Y lo que sobrevino como historia nacional fue la mezquina lucha provinciana por el poder; por eso permiten la desmembración territorial mientras cuantifican los beneficios que logran de aquello. Si primero adoptan el modelo hispano, y después el latino, es porque nunca hubo conciencia de lo que se era. Algo que el esclavo no puede; porque ello supone una liberación de su condición, la reconstitución de su propia historia, enfrentarse al amo desde la auto-consciencia de lo que ha sido, para desde allí, efectuar el pasaje a lo que puede ser. O sea, esto implicaba una revolución. Evento que se va propiciando por quienes nunca habían dejado de manifestar su condición libre y le van enseñando al esclavo real (la sociedad criollo-mestiza) la posibilidad de su liberación. Por eso el 52 no es obra de quienes traicionan la revolución sino de la memoria histórica de la resistencia popular.Pero había que esperar más de medio siglo para que nuestra revolución destaque su singularidad. Por eso aparece ahora el No. Porque en él se compendia el miedo a ser libre, independiente y soberano; el miedo a ser sujeto de su propia historia; el miedo a despertar, a caminar, a atravesar el desierto. Es el miedo de los esclavos que desean regresar a Egipto, a la esclavitud, sobre todo los cómplices y beneficiados de la esclavitud de su pueblo; después de haber visto cómo el Dios de la liberación hizo las maravillas que hizo (abriendo inclusive las aguas, para sepultar en ellas al ejército del faraón), no dudan en traicionar una vez más y hacen lo único que saben hacer: someterse al ídolo, al becerro de oro. Por eso es un proceso que la vive cada individuo en su propia vida. Por eso sufre un conflicto ético-moral: "Si quieres ser perfecto, vende cuanto tienes, dalo a los pobres, y ven y sígueme" (Mateo 19:21). Quienes desean regresar aEgipto son lo que conspiran en la oscuridad, siembran zozobra entre el pueblo y quieren detener el avance; por eso amenazan: que nos van a quitar todo, que vamos a ser pobres, que vamos a dejar de ser libres. ¿Cuándo tuvimos todo? ¿Cuándo fuimos ricos? ¿Cuándo fuimos libres?Por eso se trata de un proceso, de un caminar, de un salir de la inconsciencia a la auto-consciencia, de caminar en la verdad. La verdad nos hace libres, pero para acceder al ámbito de la verdad, hay que primero liberarse. Para quien no está en la verdad, la verdad es pura locura. Por eso el pueblo que se libera es acusado de locura. No es raro, pues: "Ha escogido Dios más bien a los locos del mundo para confundir a los sabios. Y ha escogido Dios a los débiles del mundo para confundir a los fuertes. Lo plebeyo y despreciable del mundo ha escogido Dios" (1 Corintios 1:27-28). Los "fuertes" y los "sabios" (políticos y analistas) son los que mediáticamente acusan al pueblo de locura. Una nueva inquisición se desata: "incluso llegará la hora en que todo el que os mate piense que da culto a Dios" (Juan 16:2). La soberbia proviene de esa atribución. Por eso el discurso degenera, se vuelve irracional; en el todo vale para denigrar, no hay moral ni decoro y todo consiste en enlodar todo. Si ya no hay argumentos queda la calumnia, que la adoptan quienes ya no miden, ni sus palabras ni sus acciones; por eso escupen al cielo sus blasfemias y esgrimen la cruz y la espada. Los "fuertes" y los "sabios", desde los favores que les brinda el Estado colonial, como Pilatos, en tono de burla cuestionan: ¿qué es la verdad?; mientras ven y consienten que los de su pueblo mueran como perros para que ellos traguen como chanchos: "no hay para ellos tormentos, por eso la soberbia los ciñe como collar y los cubre la violencia como vestido. Por eso el pueblo se vuelve tras ellos" (Salmo 73:6-10). Para que la verdad no aparezca hay que enlodar todo: hay que reducir la masacre y el genocidio a una diferencia de opinión. Y los periodistas hacen de alquimistas: si la verdad ya no es verdad, los asesinos son inocentes y los ejecutados son suicidas. El desajuste ético produce cinismo en una sociedad adicta a la mentira. Pero lo que nos salva es la indignación. De allí proviene una nueva sabiduría: los elegidos de Dios son los débiles y las víctimas. Si la verdad posee fuerza, es la fuerza que nace de los débiles, no del poder de los fuertes. Si hay un criterio para reconocer la verdad, ese criterio lo brinda el que padece la opresión, no aquel que la ejerce.Por eso un caminar liberador es un caminar en la verdad: la apetencia de la justicia es la primera condición de un saber verdadero; lo demás es pura sofistería intelectual. Por eso el gran silencio de la academia está precedido de la gritería erudita. Si la novedad revolucionaria de esta revolución es su carácter descolonizador, esta descolonización debe expresarse, en última instancia, en una descolonización epistemológica, es decir, en la producción de una subjetividad ya no sólo libre sino liberadora. Una lógica de la liberación es necesaria para producir la auto-consciencia de la liberación. Una revolución es incompleta si no se produce, a su vez, una revolución en las ideas: cuando las ideas son revolucionarias, la realidad cede de modo inobjetable. Produciendo realidad es como se produce subjetividad; por eso el fin último de la revolución práctica es una revolución subjetiva, lo que decía el Che: la "creación de un hombre nuevo". Por eso el conocimiento nunca es neutro, la epistemología no es nunca apolítica: cuando las relaciones del pueblo pierden su reciprocidad y su sentido, se hace necesario producir un nuevo sentido de comunidad. El pueblo necesita dotarse de un nuevo sentido político, para resignificar su unidad, su consistencia y su desarrollo. Y esto significa pasar del en sí al para sí, de la consciencia de lo que se ha sido a la auto-consciencia de lo que se puede ser. Por eso la voluntad nunca se queda en sí misma sino que busca determinarse, es decir, realizarse, para así iniciar un nuevo proceso que la relance nuevamente. Entonces, toda voluntad de transformación no persiste en sí sino que busca hacerse real, es decir, producir realidad: crear las mediaciones necesarias para su desarrollo.La inocencia lírica de los analistas concibe una voluntad tocada por el dedo de dios. La voluntad se va constituyendo a sí misma a medida que origina las mediaciones necesarias para su realización; una de esas mediaciones políticas es una Constitución. Una voluntad que no produce nada se queda como vacía, sin realidad. Por eso, produciendo realidad se produce a sí misma. Pero como nuestra intelectualidad nunca ha producido nada, pues siempre fue copiona de la producción ajena, no entiende que sea posible la producción de una Constitución propia. Por eso le busca todos los peros que su imaginación sospecha, devaluando el todo por la parte; cuando es, más bien, el sentido del todo lo que da consistencia a las partes; fuera de contexto, la parte pierde razón de ser.Pero esto supone, al menos, una capacidad de comprensión dialéctica, algo ausente en una intelectualidad castrada de criticidad. Fue colonizada mentalmente, de modo que cree que nada bueno puede salir de su pueblo (ese defecto suyo lo atribuye a los demás). Por eso piensa (si lo hace) para afuera, para dar la razón al amo, para corroborar y afirmar las estructuras de dominación. Su ignorancia tiene su premio: ahora son estrellitas de TV. No creen que su pueblo pueda cambiar porque ellos mismos no saben cómo cambiar; más aun, si gozan de los favores de la academia, de los títulos, de la corrupción intelectual, de las transnacionales, de los elogios de Red Uno o ATB, de Fides o Panamericana, de La Prensa o la Razón, ¿para qué cambiar? Esa es la pereza y la desidia de una voluntad que no sabe proyectar nada que no sea el proyecto del amo. Por eso se ocupa en denunciar la voluntad de cambio; voluntad que renuncia a la sumisión y proyecta, desdesí, su propia liberación: voluntad que propone, decide y ejecuta. Es la voluntad presente en la nueva Constitución; que, por supuesto, no es perfecta. ¿Hay alguna que lo sea? Si el orden de la perfección está más allá de la condición humana, ¿por qué exigirnos aquello? (los amores verdaderos nunca son perfectos). La Constitución que hemos producido, como pueblo, no es perfecta, pero es nuestra, como una hija. En su desarrollo nos desarrollaremos también nosotros, como sujetos, y sabremos enterrar esa historia vergonzosa de sumisión consentida que produjeron las elites que nos gobernaron hasta ahora.La disyuntiva siempre ha sido: colonia o independencia. Quien persiste en seguir siendo colonia es aquel que no sabe ser independiente. Ser dependiente es fácil. Por eso, el que no sabe sino depender, dice No, porque así se descubre la desidia en la que quiere permanecer. La nacionalización es la primera conquista de una independencia; ser independiente es saber auto-mantenerse, saberse fin y no medio. Sin sostenimiento propio no hay independencia. Pero la independencia no se logra de una vez y para siempre, esta es una conquista diaria. Lo cual supone un proyecto. Sin proyecto tampoco hay independencia.La valoración de lo nuestro empieza por sabernos valiosos, una subjetividad que se sabe valiosa empieza por limpiar y pulir lo que empaña esa valía. Para habitar la casa, hay que primero limpiarla, re-organizarla. La casa tiene que ser hogar para los privados de lugar en ella. Pero los privados pueden aparecer como los hospedados si es que su incorporación es sólo formal. El hogar, se dice, es la presencia del ser amado, el lugar de la reunión, desde donde se crece, desde donde se sale hacia fuera y a donde siempre se regresa. Habitar la casa no es sólo ocuparla. Se habita la casa como se habita el vientre; el vientre es como la Tierra, de lo que le pase a ella depende nuestra existencia. La tierra no es cosa, le afecta la condición del que la habita. La casa es el soporte de la intimidad (como el vientre), sus cimientos son los nuestros; la casa es la prolongación del cuerpo.Para que la casa sea posibilidad tiene que ser apertura. Pero la apertura tiene que ser primero interior. La casa hace posible el hogar cuando es posible ser dentro del hogar. La casa es el país, el hogar es la Nación. La constitución de ambos es tarea de quienes la han habitado y quienes la han de habitar. Quienes la han de habitar son los que aun tienen problemas de identidad. Quienes la han habitado, la han sembrado, cultivado, cuidado, merecido, son aquellos que no tienen ese problema. Los originarios nunca han enfrentado contradicciones asumiendo lo que son; ellos siempre han sido lo que su tradición (su pasado, su origen) ha permitido que sean. El problema es del boliviano, el nacido en 1825. Este no sabe cómo re-conocerse, nació mirando hacia afuera, depositando su futuro en manos ajenas, despreciando lo que tenía adentro: las manos propias, las que le alimentaron, le vistieron y le otorgaron cultura, o sea, identidad, algo de qué sentirse algo y no una nada, como lo es aquel que vive pendiente de lo que otros hacen. Sin esas manos no es posible construir algo digno. Una nación que quiera ser viable, tiene que ser un hogar en el que todos quepan. Para re-pensar una política que no se sostenga en la exclusión, o una economía que no esté determinada por la maximización de la tasa de ganancias, sino garantice la reproducción de la vida humana y la vida de la Tierra, hay que voltear la mirada. Ese ir "hacia adelante" que nos propone el progreso moderno no es garantía de vida. Volver al pasado es imposible, pero recuperar nuestro pasado no sólo es posible sino necesario. Cuando se pierde el sentido y ya no se sabe para dónde se va, hay que darse la vuelta y ver de dónde se ha venido. Un país que ha perdido el camino es un país que no ha hecho camino.Nuestro camino es la constitución del nuevo Estado. El reconocimiento de la pluralidad y diversidad que constituye nuestro mundo. Hay Estado desde que hay apropiación racional del excedente, es decir, hace más de 7000 años, desde el Egipto. El Estado moderno es el desconocimiento de la diversidad humana y su uniformización obligada. Por eso el priemr Estado moderno: España, es la imposición de Castilla y Aragón sobre Cataluña, Galicia, el país Vasco, el pueblo andaluz, etc. Receta que copian Inglaterra (sometiendo a Irlanda, Gales y Escocia), Francia (dominio sobre bretones, provenzales, normandos, etc.) y todos los demás estados modernos. Es sabido que ni China ni Egipto (civilizaciones milenarias) pudieron llegar nunca a un grado acabado de homogeneización. Porque la unidad no riñe con la diversidad.La unidad es el sentido común de comunidad: la re-unión de la originariedad constitutiva de la humanidad: todos somos hijos de la misma Tierra, de una misma Madre y un mismo Padre. Por eso la política que empieza a proponer el mundo indígena se constituye a partir de la comunidad: somos hermanos, hijos de una misma Madre que, criándonos unos a los otros, criamos a la Madre, creamos comunidad humana, diversa como la comunidad natural. Que esta proyección es más racional ya fue advertida por Washington y Franklin; pues los Estados Unidos fue una copia (mal lograda) de la confederación de los Haudenosaunee (las naciones Onondaga, Oneida, Mohawk, Seneca y Cayuga) o pueblos iroqueses. Una legislación de convivencia política en la diversidad y el respeto mutuo. Es la superación del Estado-nación moderno, como reconocimiento jurídico-político de la historia mundial. Todas las culturas merecen desarrollarse porque todas manifiestan una posibilidad humana. Ninguna agota en sí a lo humano y la perdida de una es perdida de la humanidad toda. Ninguna puede atribuirse superioridad absoluta, como tampoco atribuirse el derecho de negar y destruir a las otras. Ese es fruto del mito racista que inaugura la modernidad, mito que anuló su pretensión de razón crítica, pues nunca le permitió un verdadero diálogo con el resto del mundo sino el monólogo de la razón moderno-occidental consigo misma.
Las víctimas de un sistema de dominación (como la actual globalización neoliberal) ya no son sólo los seres humanos sino todas las existencias y, de modo notable, la Pachamama. Si la ecología se vuele parte consustancial de todo proyecto político, es porque las consecuencias negativas del patrón moderno-colonial ha destapado inevitablemente la condición inicial de toda política: la preservación de la vida. Por la vida es que, en definitiva, se lucha. Pero se lucha para superar el conflicto y procurar de nuevo la vida; porque, como comunidad, presuponemos siempre la unidad y no la división. El antagonismo ya no puede ser el eje de la política. Una nueva fundamentación de la política es necesaria por la vida y para la vida, por todos y para todos, en y como comunidad. Como dicen los zapatistas: "un mundo en el que quepan todos los mundos". El antagonista es también un hermano y hay que enseñarle que la convivencia es posible porquesomos, siempre y en última instancia, comunidad. Si todos somos comunidad, entonces, nuestra condición originaria es la de hermanos. Y los hermanos se deben, unos a los otros; y se deben a una Madre y a un Padre comunes (referencias más allá de la condición humana). La comunidad, el "ayllu", es un ámbito expansivo que re-une a la vida toda, siempre como comunidad. En ese sentido, fundamentar una nueva política significa transformar, necesariamente, la política misma. Porque el ámbito expansivo de una comunidad trascendental debe transformar también el concepto de "pueblo". Por eso el tránsito hacia un Estado plurinacional es un camino trascendental.La Paz, enero de 2009Rafael Bautista S.Autor de "OCTUBRE: EL LADO OSCURO DE LA LUNA" y"LA MEMORIA OBSTINADA"rafaelcorso@yahoo.com
terça-feira, 27 de janeiro de 2009
terça-feira, 6 de janeiro de 2009
A SUBALTERNIDADE REINVENTADA: pensamento fronteiriço no cotidiano de adolescentes e jovens em situação de rua na cidade do rio de janeiro
A SUBALTERNIDADE REINVENTADA: pensamento fronteiriço no cotidiano de adolescentes e jovens em situação de rua na cidade do rio de janeiro
Paula Vargens
Pivete, moleque, menor, trombadinha, nos diversos espaços por onde transitam, adolescentes e jovens em situação de rua encontram contradições, possibilidades e limitações de liberdade, diversos tipos de violência e de discriminação social. Mesmo instituições destinadas ao seu atendimento reproduzem uma discriminação velada que reifica um lugar social identificado pela falta, pelo que não possuem, existindo pouco espaço para uma percepção fora de categorias penalizantes – que os concebe ou como bandidos a serem punidos, ou vítimas a serem salvas (Barría, 2007). As práticas desenvolvidas a partir desta perspectiva acabam por reproduzir a mesma lógica, negando saberes e culturas dos que se encontram em situação subalternizada, colocando-os, como objetos, despidos de subjetividade, num sistema que os identifica como um outro ao que se nega o reconhecimento enquanto sujeito.
Nesse sentido, os autores do pós-colonialismo (Dussel, Quijano, dentre outros) nos trazem importantes elementos para a reflexão. Compreendem que a forma pela qual nos organizamos socialmente é fruto de um processo de colonização e que a própria lógica pela qual construímos nossas reflexões é decorrente de um sistema-mundo. Nossa racionalidade é baseada, assim, em uma concepção que define os conquistadores e os conquistados, o bem e o mal, sendo necessária a presença de um para a existência do outro.
A chamada ciência moderna se desenvolve com base na suposição de uma neutralidade e universalidade do pensamento. Desenvolvida sob uma matriz epistemológica que, segundo Grosfoguel (2008), parte da presunção de ser o “olho de Deus”, coloca as “descobertas científicas” como verdades únicas, neutras e universais. Observa-se ainda um processo de objetivação do sujeito, expropriando-o de sua humanidade. Aquele que detém o conhecimento estuda seu objeto, aquele que sabe leva o saber ao outro.
Herdeira da tradição do pensamento moderno clássico – eurocêntrico - as instituições educativas tendem a se estabelecer como espaço do conhecimento, reafirmando a concepção da existência de apenas uma cultura, um saber, de forma tal que a cultura e os saberes adquiridos na trajetória de vida dos adolescentes e jovens em situação de rua, por exemplo, não são considerados válidos. O educador fica, nessa perspectiva, em uma posição hierarquicamente superior (e no caso daqueles que estão em situação de rua ainda mais, visto que nesta lógica a diferença comparativa entre a cultura que trazem e a cultura hegemônica é maior) reproduzindo toda uma lógica da dominação e da subalternização. O trabalho realizado por escolas, organizações da sociedade civil, acaba, assim, por ser concebido no sentido de viabilizar meios para que esses jovens se apropriarem dos saberes da cultura hegemônica pregando um discurso ilusório, vez que o próprio imaginário de civilização ocidental não comporta o fim da subalternidade.
A ação junto aos adolescentes e jovens, ou para eles direcionada, tende a negar sua fala e, consequentemente, não há espaço para que se identifiquem e coloquem suas leituras da sociedade. No mesmo movimento de negação de suas subjetividades, seus saberes “perdem a importância”, são colocados de lado, não sendo possível, porém, apaga-los: as experiências de vida que acumulam lhes possibilitam leituras de mundo e modos de estar no mundo desde o seu ponto de vista e para além dos estigmas que lhes recaem.
Parece-nos, entretanto, que, assim como qualquer ser humano, estes jovens possuem suas formas próprias de estar no mundo, estabelecem relações com a sociedade e seus diferentes atores, e é no embate entre os olhares penalizantes e as suas próprias percepções e vivências, que leituras e re-leituras do seu estar no mundo vão sendo construídas; identidades, culturas e saberes criados e re-criados. Apropriam-se do espaço das ruas deixando marcada sua presença, sua existência. Se a sociedade, através da cultura hegemônica busca escondê-los e/ou criminalizá-los, por outro lado eles vêm se apresentar ao mundo – seja pelo silêncio de quem passa e os teme, seja pelo barulho da polícia, por suas brincadeiras, pelo o que vendem, ou por todas as formas de interação com a sociedade. A possibilidade do diálogo passa assim, também, pela revalorização dos saberes subalternizados, os das mulheres, dos negros, dos povos originários da nossa América, dos homossexuais, dos “meninos de rua” na busca pela construção de outros caminhos.
Paula Vargens
Pivete, moleque, menor, trombadinha, nos diversos espaços por onde transitam, adolescentes e jovens em situação de rua encontram contradições, possibilidades e limitações de liberdade, diversos tipos de violência e de discriminação social. Mesmo instituições destinadas ao seu atendimento reproduzem uma discriminação velada que reifica um lugar social identificado pela falta, pelo que não possuem, existindo pouco espaço para uma percepção fora de categorias penalizantes – que os concebe ou como bandidos a serem punidos, ou vítimas a serem salvas (Barría, 2007). As práticas desenvolvidas a partir desta perspectiva acabam por reproduzir a mesma lógica, negando saberes e culturas dos que se encontram em situação subalternizada, colocando-os, como objetos, despidos de subjetividade, num sistema que os identifica como um outro ao que se nega o reconhecimento enquanto sujeito.
Nesse sentido, os autores do pós-colonialismo (Dussel, Quijano, dentre outros) nos trazem importantes elementos para a reflexão. Compreendem que a forma pela qual nos organizamos socialmente é fruto de um processo de colonização e que a própria lógica pela qual construímos nossas reflexões é decorrente de um sistema-mundo. Nossa racionalidade é baseada, assim, em uma concepção que define os conquistadores e os conquistados, o bem e o mal, sendo necessária a presença de um para a existência do outro.
A chamada ciência moderna se desenvolve com base na suposição de uma neutralidade e universalidade do pensamento. Desenvolvida sob uma matriz epistemológica que, segundo Grosfoguel (2008), parte da presunção de ser o “olho de Deus”, coloca as “descobertas científicas” como verdades únicas, neutras e universais. Observa-se ainda um processo de objetivação do sujeito, expropriando-o de sua humanidade. Aquele que detém o conhecimento estuda seu objeto, aquele que sabe leva o saber ao outro.
Herdeira da tradição do pensamento moderno clássico – eurocêntrico - as instituições educativas tendem a se estabelecer como espaço do conhecimento, reafirmando a concepção da existência de apenas uma cultura, um saber, de forma tal que a cultura e os saberes adquiridos na trajetória de vida dos adolescentes e jovens em situação de rua, por exemplo, não são considerados válidos. O educador fica, nessa perspectiva, em uma posição hierarquicamente superior (e no caso daqueles que estão em situação de rua ainda mais, visto que nesta lógica a diferença comparativa entre a cultura que trazem e a cultura hegemônica é maior) reproduzindo toda uma lógica da dominação e da subalternização. O trabalho realizado por escolas, organizações da sociedade civil, acaba, assim, por ser concebido no sentido de viabilizar meios para que esses jovens se apropriarem dos saberes da cultura hegemônica pregando um discurso ilusório, vez que o próprio imaginário de civilização ocidental não comporta o fim da subalternidade.
A ação junto aos adolescentes e jovens, ou para eles direcionada, tende a negar sua fala e, consequentemente, não há espaço para que se identifiquem e coloquem suas leituras da sociedade. No mesmo movimento de negação de suas subjetividades, seus saberes “perdem a importância”, são colocados de lado, não sendo possível, porém, apaga-los: as experiências de vida que acumulam lhes possibilitam leituras de mundo e modos de estar no mundo desde o seu ponto de vista e para além dos estigmas que lhes recaem.
Parece-nos, entretanto, que, assim como qualquer ser humano, estes jovens possuem suas formas próprias de estar no mundo, estabelecem relações com a sociedade e seus diferentes atores, e é no embate entre os olhares penalizantes e as suas próprias percepções e vivências, que leituras e re-leituras do seu estar no mundo vão sendo construídas; identidades, culturas e saberes criados e re-criados. Apropriam-se do espaço das ruas deixando marcada sua presença, sua existência. Se a sociedade, através da cultura hegemônica busca escondê-los e/ou criminalizá-los, por outro lado eles vêm se apresentar ao mundo – seja pelo silêncio de quem passa e os teme, seja pelo barulho da polícia, por suas brincadeiras, pelo o que vendem, ou por todas as formas de interação com a sociedade. A possibilidade do diálogo passa assim, também, pela revalorização dos saberes subalternizados, os das mulheres, dos negros, dos povos originários da nossa América, dos homossexuais, dos “meninos de rua” na busca pela construção de outros caminhos.
SIETE VIENTOS EN LOS CALENDARIOS Y GEOGRAFÍAS DE ABAJO.
grabacion: http://enlacezapati sta.ezln. org.mx/comision- sexta/1201
SIETE VIENTOS EN LOS CALENDARIOS Y GEOGRAFÍAS DE ABAJO.
Primer Viento: una digna juventud rabiosa
Buenas noches.
Sintrófisa, síntrofe, Ekseyerméni Eláda. Emís, i pió mikrí, apó aftí ti goniá tu kósmu se jeretáme.
Déksu ton sevasmó mas ke ton zavmasmó mas giaftó pu skéftese ke kánis. Apó makriá mazménume apó séna. Efjaristúme.
(Espero no haber dicho una grosería, lo que quise decir fue "Compañera, compañero, Grecia rebelde. Nosotros, los más pequeños, desde este rincón del mundo te saludamos. Recibe nuestro respeto y admiración por lo que piensas y haces. Desde lejos aprendemos de ti. Gracias.")
I
De las violencias y otras cosas.
Desde hace mucho tiempo, el problema de los calendarios y las geografías han desvelado y develado al Poder. En unos y en otras ha visto (y verá) cómo su flamante engranaje de dominación se atasca y descompone. Por eso es que trata de poner mucho cuidado en el manejo de las geografías y los calendarios.
En las geografías puede parecer más claro: en su torpe truco, que este Festival ha develado, Grecia queda muy lejos de Chiapas. Y en las escuelas se enseña que México queda separado por un océano de Francia, el País Vasco, el Estado Español, Italia. Y si vemos un mapa, podemos notar que Nueva York queda muy al norte de la Chiapas indígena mexicana. Algo que fue refutado hace unas horas por las compañeras y compañeros del Movimiento Justicia para el Barrio. Y la Argentina queda muy al sur de esta tierra, algo desafiado por el compañero de Solano que acaba de hablar.
Pero ni arriba ni abajo hay esa separación. La brutal globalización neoliberal, la IV Guerra Mundial que le decimos los zapatistas, puso a los lugares más distantes en simultaneidad espacial y temporal para el flujo de riquezas… y para su apropiación.
Ya no más los cuentos fantasiosos sobre los supuestamente heroicos descubridores- conquistadores, que vencían con espada y cruz la debilidad de quienes eran "civilizados" . En lugar de las 3 carabelas, una computadora de alta velocidad. En lugar de un Hernán Cortés, un títere simultáneo hecho gobierno en cada rincón del planeta. En lugar de espadas y cruces, una maquinaria de destrucción masiva y una cultura que tiene en común con el "fast food" no sólo su omnipresencia (Mc Donalds, como dios, está en todas partes), también su difícil digestión y su nulo poder nutritivo.
Y esa misma globalización hace que las bombas de los gobiernos israelí y norteamericano caigan en Gaza al mismo tiempo que estremecen el mundo entero.
Con la globalización el mundo entero de arriba se nos puso a la mano… mejor dicho, a la mirada y a la conciencia. Las bombas que asesinan civiles palestinos son también una advertencia que hay que aprender y asimilar. Y el zapatazo a Bush en Irak puede ser reproducido en casi cualquier rincón del planeta.
Y todo va de la mano del culto a lo individual. El entusiasmo que despertó entre los bien portados el zapatazo a Bush (que sólo evidencia la mala puntería del periodista), es festinar un gesto valiente pero inútil e intrascendente para lo fundamental, como semanas después lo demuestra el apoyo del gobierno de Bush al crimen que el gobierno israelí perpetra en territorio palestino… y, perdonen si desilusiono a alguien que haya encendido sus velas al pie de la imagen de Barack Obama, que el sucesor de Bush respalda.
Y mientras la mala puntería en Irak provoca aplausos, la insurrección en Grecia provoca preocupaciones: "Hay el peligro", alertan y exorcizan, "de que la rebelión en Grecia se extienda al resto de Europa".
Ya hemos escuchado y leído lo que nos comunica la rebelde juventud griega de su lucha y de lo que enfrenta. Lo mismo de quienes en Italia se preparan para resistir a la fuerza del gobierno. Y la lucha cotidiana de nuestr@s compas en el norte del norte.
Y frente a esto allá arriba todos sacan sus diccionarios y encuentran la palabra "violencia" y la contraponen a "institucionalidad" . Y sin darle contexto, es decir, posición de clase, acusan, juzgan y condenan.
Y nos dicen que es violenta la juventud griega que hace arder la península helénica. Claro que se edita, se mutila, se borra el hecho de que la policía asesinó a un joven.
En México, en la geografía marcada por la ciudad del mismo nombre, un gobierno de izquierda institucional asesinó a un grupo de jóvenes, adolescentes en su mayoría. Un sector de la intelectualidad progresista guardó un silencio cómplice argumentando que eso era para distraer la atención del público, supuestamente puesta en el carnaval en que se convirtió la supuesta defensa del petróleo. La agresión sexual posterior a las mujeres jóvenes en los separos de la policía se perdió entre el sonido de los bombos y platillos anunciando una consulta que después fue un fracaso. Y, en cambio, no se condenó la violencia de la policía, que, contra lo que se dijo, no actuó desordenadamente. Esa policía ha sido preparada desde hace años para reprimir, hostigar y abusar de jóvenes, de vendedores ambulantes, de trabajador@s sexuales, de colonos y de todo aquel que disienta del gobierno de las pistas de hielo, los mega espectáculos al estilo Fujimori y las recetas para hacer galletitas. Y no hay que olvidar que la doctrina que anima a esta policía fue importada a la Ciudad de México por el hoy presidente "legítimo" de México cuando era jefe de gobierno del DF.
En la Ciudad de México y en Grecia los gobiernos asesinan jóvenes.
La mancuerna gubernamental EU-Israel marca ahora en Gaza la pauta a seguir: es más efectivo matarlos cuando son niños.
Ya antes, en México, en el presente calendario serán ya 10 años, jóvenes estudiantes de la UNAM levantaron un movimiento que desesperó a la izquierda bien portada que, histérica como hoy, los calumnió y desprestigió con ferocidad. Y también entonces se dijo que era un movimiento violento para distraer la atención de la gris campaña electoral del gris candidato presidencial del gris partido de la revolución democrática. Ahora, 10 años después, habría que recordar que la UNAM sigue siendo pública y gratuita gracias al empeño de esos hombres y mujeres, jóvenas y jóvenes a quienes hoy saludamos.
Pero en nuestro dolorido México quienes se llevan el primer lugar en usos y abusos de manosear el término "violencia" son Felipe Calderón Hinojosa y medios de comunicación que lo acompañan (cada vez menos, por cierto). El señor Calderón, aficionado a los juegos de computadora de estrategia en tiempo real (su juego favorito, lo declaró alguna vez, es "Age of Empires" –"la época de los imperios"-), decidió que, en lugar de pan y circo, al pueblo había que darle sangre. Como el circo ya lo dan los políticos profesionales y el pan está muy caro, Calderón decidió, apoyado en un bando de narcotraficantes, hacerle la guerra al otro bando. Violando la Constitución, sacó al ejército a cumplir labores de policía, ministerio público, juzgado, carcelero y ejecutor. Que esa guerra la está perdiendo lo sabe cualquiera que no sea de su gabinete, – y que la muerte de su pareja sentimental fue un asesinato, también se sabe aunque no se publique-.
Y en su guerra, las fuerzas del gobierno de Calderón tienen en su haber el asesinato de no pocas personas que nada debían, de niños y de no natos.
Con Calderón al frente, el gobierno de México va un paso delante de los de Estados Unidos e Israel: él los mata desde que están en el vientre materno.
Pero se dijo, y todavía lo repiten locutores y editorialistas, que se iba a usar la fuerza del Estado para combatir a la violencia del crimen organizado.
Y cada vez más se ve que el crimen organizado es quien dirige la fuerza del Estado.
Aunque tal vez todo se trate de una inteligente estratagema de Calderón y su objetivo sea distraer la atención de la gente. Ocupado como está el público con el sangriento fracaso de la guerra contra el narcotráfico, puede que no se dé cuenta del fracaso calderonista en política económica.
Pero volvamos a las condenas a la violencia que desde arriba se hacen.
Hay una trasmutación tramposa, una falsa tautología: dicen condenar la violencia pero en realidad condenan la acción.
Para ellos, los de arriba, la inconformidad es un mal del calendario o, cuando también se desafía a éste, una patología cerebral que se cura, según algunos, con mucha concentración mental, poniéndose en armonía con el universo y así todos somos seres humanos… o ciudadanos.
Para estos violentos pacifistas todos son seres humanos: lo es la joven griega que levanta la mano con una molotov en ella y el policía que asesina a los Alexis que en el mundo han sido y serán; lo es el niño palestino que llora en el funeral de sus hermanitos muertos por las bombas israelíes y el piloto del avión de combate con la estrella de David en el fuselaje; lo es el señor George W Bush y el indocumentado asesinado por la Border Patrol en Arizona, EU; lo es el multimillonario Carlos Slim y la mesera de un Sanborns que debe viajar 3 ó 4 horas para llegar al trabajo y salir de él y si llega tarde la despiden; lo es el señor Calderón, quien se dice jefe del ejecutivo federal mexicano, y el campesino despojado de su tierra; lo es el señor López Obrador y los indígenas asesinados en Chiapas a quienes ni vio ni oyó; lo es el señor Peña Nieto, depredador del Estado de México y el campesino Ignacio Del Valle, del FPDT, preso por defender a los pobres; en fin, lo son los hombres y mujeres que tienen la riqueza y el poder, y las mujeres y hombres que no tienen nada más que su digna rabia.
Y allá arriba demandan y exigen: "Hay que decir no a la violencia, venga de donde venga"… teniendo cuidado de hacer énfasis si la violencia viene de abajo.
Según ellos, todos y todas deben ponerse en armonía para que sus diferencias y contradicciones se resuelvan y gritar la consigna: "el pueblo armado también es explotado", refiriéndose a soldados y policías.
Nuestra posición como zapatistas es clara. No apoyamos el pacifismo que se enarbola para que sea otro el que ponga la otra mejilla, ni la violencia que se alienta cuando son otros quienes ponen los muertos.
Nosotros somos quienes somos, con todo lo bueno y todo lo malo que cargamos y que es nuestra responsabilidad.
Pero sería ingenuo pensar que todo lo bueno que hemos logrado, incluido el privilegio de escucharlos y aprender de ustedes, se hubiera conseguido sin la preparación de una década entera para que amaneciera el Primero de Enero como de por sí amaneció hace 15 años.
No fue con una marcha o un desplegado de los-abajo-firmantes que nos dimos a conocer. Fue con un ejército armado, con los combates contra las fuerzas federales, con la resistencia armada, que nos dimos a conocer al mundo.
Y nuestros compañeros y compañeras caídos, muertos y desaparecidos, lo han sido en una guerra violenta que no empezó hace 15 años, sino hace 500 años, hace 200 años, hace 100 años.
No estoy haciendo una apología de la violencia, estoy señalando un hecho constatable: en guerra nos conocieron, en guerra nos hemos mantenido estos 15 años, en guerra seguiremos hasta que este rincón del mundo llamado México haga suyo su propio destino, sin trampas, sin suplantaciones, sin simulaciones.
El Poder tiene en la violencia un recurso de dominación, pero también lo tiene en el arte y la cultura, en el conocimiento, en la información, en el sistema de justicia, en la educación, en la política institucional y, por supuesto, en la economía.
Cada lucha, cada movimiento, en sus muy particulares geografías y calendarios, debe recurrir a diversas formas de lucha. No es la única y probablemente no sea la mejor, pero la violencia es una de ellas.
Es un gesto bello el enfrentar con flores los cañones de los fusiles, vaya hasta hay fotos eternizando el acto. Pero a veces es necesario hacer que esos fusiles cambien de objetivo y se dirijan hacia arriba.
El acusador y el acusado.
Se nos acusa de muchas cosas, es cierto. Y probablemente seamos culpables de alguna de ellas, pero ahora quiero detenerme en una:
No disparamos al reloj del tiempo ese primero de enero, ni lo convertimos en una fiesta nostálgica de derrota, como han hecho con el 68 algun@s de esa generación en todo el mundo, como lo han hecho en México con el 88 y ahora hasta con el 2006. Sobre este culto enfermizo por los calendarios trucados volveré después
Tampoco editamos la historia para renombrarla señalando que somos o fuimos los únicos o los mejores, o ambas cosas (que es lo que hace esa histeria grupal que es el movimiento lopezobradorista, pero ya volveré sobre esto después).
Hubo y hay quienes nos critican que no hayamos dado el salto "a la realpolitik" cuando nuestros bonos políticos, es decir nuestro rating mediático, favorecía un buen precio por nuestra dignidad en el mercado de opciones electorales (que no políticas).
Nos acusan, en concreto, de no haber sucumbido a la seducción del poder, ésa que ha logrado que gente muy brillante de izquierda diga y haga cosas que serían una vergüenza para cualquiera.
Nos acusaron también de "desvarío ultra" o "radicalismo" porque en la VI Declaración señalamos al sistema capitalista como el causante de los principales males que aquejan a la humanidad. Hoy ya no insisten en eso, porque hasta los voceros del gran capital financiero en Wall Street lo dicen.
Por cierto, ahora que todo mundo dice y redice sobre la crisis global, habría que recordar que hace ya 13 años, en 1996, fue advertida por un escarabajo digno y rabioso. Don Durito de La Lacandona, en la ponencia más breve que he escuchado en mi corta edad, dijo "el problema con la globalización es que luego los globos se revientan".
Nos acusan de no constreñirnos a la supervivencia que con sacrificios y el apoyo de los abajos en los rincones del planeta hemos edificado en estas tierras indias, y de no encerrarnos en lo que las mentes lúcidas (así se dicen) llaman "el laboratorio zapatista" o "la comuna de la Lacandona".
Nos acusan de salir, una y otra vez, para confrontar al Poder y para buscar a otras, otros, ustedes, que lo confronten sin falsos consuelos ni conformismos.
Nos acusan de haber sobrevivido.
Y no se refieren a la resistencia que 15 años después nos permite decir que seguimos luchando, no sólo viviendo.
Lo que les molesta es que hayamos sobrevivido como otro referente de la lucha, de la reflexión crítica, de la ética política.
Nos acusan, quién lo fuera a decir, de no habernos rendido, de no habernos vendido, de no haber claudicado.
Nos acusan, en suma, de ser zapatistas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Hoy, 515 años después, 200 años después, 100 años después, 25 años después, 15 años después, 5 años después, 3 años después, declaramos: somos culpables.
Y, puesto que es el modo neozapatista, no sólo lo confesamos, también lo celebramos.
No imaginamos que esto le iba a doler a algunos que allá arriba simulan progresismo o se visten de una izquierda de amarillo descolorido o sin siquiera color, pero hay que decirlo:
El EZLN vive. ¡Viva el EZLN!
Muchas gracias.
Subcomandante Insurgente Marcos.México, 2 de enero del 2009.
P.D.- Siete Cuentos para Nadie.
CUENTO 1: ASÍ FUE…
Ya hemos escuchado al Teniente Coronel Insurgente Moisés presentarme como parte de la niñez zapatista. Tal vez para desafiar el calendario, luego a los zapatistas nos da por cumplir años al revés y en lugar de los 515 años que dice que tengo mi acta de nacimiento, cumplí 5 y entré en 6, o sea que tengo 7 años. Puede ser, después de todo si algo ha demostrado el zapatismo es que muchas cosas que parecían imposibles se hacen posibles con imaginación, ingenio y audacia.
En defensa de mi absurdo calendario puedo decir que con niñas y niñas comparto la fobia a las inyecciones y el gusto por los cuentos y relatos.
Hace algún tiempo, platicando con una compañera ciudadana, le contaba yo de algunas de las cosas que acá pasan. Me decía ella que no las creía. Yo le dije que la entendía, que era porque no se iban a creer que las narraba como cuentos.
En nuestras montañas pasan cosas que a ustedes les pueden parecer increíbles. Así que como tal se las cuento, como si fueran cuentos.
Porque parece increíble que, en efecto, en nuestras montañas habita un escarabajo con ínfulas de caballero andante, que hay una piedrita inconforme entrenándose para ser nube, que el Sup se está aliando con niños y niñas zapatistas para redactar una parte del Programa Nacional de Lucha que prohíba terminantemente la producción, el tráfico y el consumo de inyecciones, que el Viejo Antonio se aparece cada tanto con historias y leyendas que le contaron los dioses más primeros, los que nacieron el mundo, que Elías Contreras, Comisión de Investigación del EZLN, ya era difunto cuando fue a la ciudad para luchar contra el mal y el malo, que un homosexual trabajador sexual le salvó la vida paradójicamente porque ya era difunto una fría madrugada capitalina, y que a veces hablaba con un caló de skatero, que la Toñita tiene 3 generaciones y 6 años sobre sus hombros y que se mete sin permiso en la Comandancia General del EZLN, que la luna a veces se emborracha de desamor, que los niños y niñas piensan y actúan como si el Sup fuera uno niño más que no ha dejado ese chupón raro que echa humo, que la insurgenta Erika refundó el marxismo con tendencias francamente feministas, que el otro día echaron una bomba en un cuartel zapatista y nadie murió, que Sombra el guerrero fue maldecido por una luna rencorosa y despechada, y que, sin embargo, sigue buscando perderse, que hay un búho que, en lugar de griego y latín, estudia los catálogos de ropa interior femenina, que hay una niña que se llama Diciembre y que, como su nombre lo indica, nació en noviembre, que el Moy sabe que, cuando no se le encuentra en la Comandancia General, al Sup hay que buscarlo en lo alto de la Ceiba,
Así que, en lugar de discutir sobre la veracidad de cosas tan cotidianas en nuestras montañas, vengo yo, un subcomandante cualquiera, y se las platico como si fueran cuentos.
Hace unos momentos hemos entregado a la compañera que habló de la Grecia insurrecta un cuadro hecho por una compañera ciudadana, Beatriz Aurora. En el cuadro se representa con muchos colores esta ciudad de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, y en ellas se señalan los lugares donde trabajan personas que luchan como nosotros, aunque sin armas ni pasamontañas.
El significado de este regalo tal vez se entienda mejor con lo que ahora les voy a contar:
Hace 15 años fueron tomadas por nuestras tropas 7 cabeceras municipales: Las Margaritas, Ocosingo, Altamirano, San Cristóbal de las Casas, Oxchuc y Chanal. Entonces fueron rendidas o sorprendidas las fuerzas gubernamentales que las guardaban.
Tal vez se puede decir que la toma de esta ciudad en la que estamos, San Cristóbal de las Casas, bastión ladino del racismo, fue la que nos dio a conocer al mundo. Puede ser.
Lo que sí sé es que las tomas de Ocosingo, Las Margaritas y Altamirano fueron las que nos dieron dominio sobre el territorio y permitieron la toma de las buenas tierras de labranza y su recuperación, después de cientos de años de despojo. Esta toma de tierras fue la base económica para construir la autonomía zapatista.
De esto ya hablé hace un año y quienes quieran ahondar en ello deberán buscar en internet o conseguir alguna edición marginal, porque está visto que todo lo que no sea a favor o en contra del movimiento
lopezobradorista no se publica.
Hablando de imaginación, ingenio y audacia para hacer posible lo imposible, los relatos que les voy a narrar a continuación no son cuentos y no son zapatistas. Pero se refieren a eso que pasó hace 15 años y sacudió al mundo y, como se verá a continuación, también al submundo de los indígenas.
El uno es de un indígena tzotzil progobiernista y el otro es de un indígena no zapatista que sobrevive vendiendo sus productos en el mercado de esta ciudad. Se trata de la traducción en español de una traducción en inglés de una traducción al español de unos relatos en tzotzil, por eso escucharán un texto muy pulcro en su redacción y en su vocabulario.
Traducido por Jan Rus, en el libro de Marián Perez Tzu, "Indigenous Revolts", Grosnor & Ouweneel, Cedla, Amsterdam, 1996. Pp. 122-128. Recopilado en "Antigua y nueva palabra. Antología de la literatura mesoamericana desde los tiempos precolombinos hasta el presente". Miguel León-Portilla y Earl Shorris, con Sylvia S. Shorris y Ascensión H. de León-Portilla. Ed Aguilar. México, octubre de 2004. Pa 732-733.
Va pues:
Principios de enero: preparativos y visitas.
"Antes de la invasión de San Cristóbal, todo mundo siempre hablaba acerca de cómo los soldados de la base militar que custodiaban la entrada sur de la ciudad habían distribuido trampas alrededor de todo su puesto y de cómo las habían arreglado de tal manera que nadie se animara a atacarlos alguna vez. Si los pobres indígenas, en alguna ocasión, se atrevieran a dar problemas, se decía, los soldados acabarían con ellos allí mismo, antes incluso de que pudieran salir del bosque. Los oficiales del ejército son maestros en el arte de matar, decían, y todo lo que tienen que hacer todos los días, su única tarea, es enseñar a los soldados recientemente reclutados a matar. Y como si todo eso no fuera suficiente para ahuyentar a un grupo de campesinos andrajosos, decía todo mundo, los soldados tenían también cantidades de bombas almacenadas en su fuerte. ¡Y éstas eran nada menos que bombas especiales para matar indios!
K´elavil, mira, según lo que decía la gente, los soldados habían sujetado un alambre especial alrededor de sus barracas, el que estaba conectado a una bomba cada pocos pasos. Si los malditos indios alguna vez se atrevían a acercarse, decían, todo lo que los soldados tenían que hacer era incorporarse de sus camastros y tocar el alambre con algo de metal –como, por ejemplo, una corcholata de cerveza- y todas las bombas explotarían. Y si los indios trataban de cortar el alambre, también explotarían las bombas.
Pero, por supuestos, los soldados tienen fama de no dormir nunca, así que, en primer lugar, los indios nunca podrían siquiera acercarse a las bombas. Los soldados se figuraban que nadie podría alguna vez atravesar la línea de bombas. Pero, después de todos esos preparativos, ¿qué ocurrió? El primero de enero, ¡los soldados estaban despiertos cuando los zapatistas arribaron a San Cristóbal! ¡Pero roncando! No vieron a los zapatistas cuando entraron por los puestos de control junto con los otros pasajeros de los autobuses de segunda clase. No se dieron cuenta de que los zapatistas salían de los camiones en la terminal de autobuses y caminaban hacia el centro de la ciudad. ¡No vieron nada! Y cuando los soldados despertaron, ¡los zapatistas ya habían rodeado el Palacio de Gobierno, y habían ubicado sus propias guardias alrededor de la ciudad! Después de todo, ¡fue el ejército el quedó fuera de la ciudad, refugiado en sus barracas! ¡Los zapatistas triunfaron ignorándolos, simplemente! ¡No fue sino hasta el día siguiente, cuando ya habían concluido lo que debían hacer en la ciudad, que los zapatistas finalmente fueron a visitar a los soldados!
Los zapatistas son solamente indígenas, pero lo que olvidaron los oficiales del ejército es que los indios también son hombres. Y puesto que son hombres, también podían estar armados y entrenados igual que el ejército. Todo lo que necesitaban era la idea. ¡Y cuando ésta surgió, el desarrollo de su pensamiento fue mejor que el del ejército! ¡Ellos hicieron tontos a los oficiales quienes eran maestros en el arte de matar! Desde ese día, todos nosotros, incluso aquellos que no somos enemigos del gobierno, sentimos algo así como risa, cosquilleándonos en la garganta.
Si hay un parte triste de todo esto es que, a pesar de que los zapatistas son seres humanos, han tenido que vivir escondiéndose desde ese momento hasta ahora, No pueden dormir en sus propias camas ni habitar en sus propias casas, sino que deben permanecer escondidos en cuevas en la selva. Incluso si quieren tener niños, como cualquier otra persona, deben tener relaciones en las cuevas. ¡Como los armadillos!"
Fin de este relato.
Y ya que estamos hablando de calendarios de arriba y de abajo, recordemos que ya son también 15 de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio. Así que ahora algo del libre comercio…
Finales de junio (enero): hacia un mercado libre
Durante, más o menos, las dos primeras semanas del cerco de San Cristóbal, ningún funcionario ladino se dejó ver en público, tampoco ningún policía, ni un policía de tránsito ni un colector de impuestos del mercado. Ni uno solo. ¡Habían desaparecido! Estaban tan atemorizados de los zapatistas que se escondieron.Pero en el momento justo en que estuvieron seguros de que el ejército zapatista se había retirado y ya no regresaría, ¡já!, de inmediato aparecieron de vuelta los policías de tránsito, quitando las placas a los vehículos, los policías municipales aporreando beodos, y los colectores de impuestos corriendo a las pobres mujeres que procuraban vender sus jitomates y limones en las esquinas de las calles. De repente, cuando los zapatistas se fueron, dejaron de tener miedo. Pero cuando los zapatistas estaban aquí, se quedaron en sus habitaciones, con las cortinas cerradas, temblando de miedo. Ni siquiera podían acostarse con sus mujeres de tan asustados que estaban.
¿Se dan cuenta de que esto significa? Que ellos estaban aterrorizados por los indígenas –porque eso son los zapatistas, son indios-. Cuando nosotros, los otros indígenas, nos dimos cuenta de ello, de inmediato nos sentimos fuertes. Fuertes como los zapatistas. Los mestizos de San Cristóbal siempre nos habían menospreciado solamente porque no hablábamos correctamente el español. Pero ahora todo había empezado a cambiar.
Un ejemplo de esto es que, a mediados de enero, cuando los funcionarios estaban todavía escondidos, los indígenas vendedores de carbón de leña se reunieron y formaron la Organización Zapatista de Vendedores de Carbón de Leña. Después, sin pedirle permiso a nadie, se trasladaron del baldío en el cual siempre se habían visto obligados a vender en tiempos anteriores, a la calle exactamente al lado del mercado principal.
El hecho es que el carbón de leña es verdaderamente sucio. Todo a su alrededor se cubre de un polvo negro, por lo que los funcionarios del mercado siempre los habían mantenido lejos de la sección del mercado que frecuentaban la "gente decente" y los turistas. Sin embargo, al no haber nadie que los detuviera, los vendedores de carbón de leña pudieron estar cerca de todos los demás.
Pero había también muchos otros indígenas que siempre fueron relegados a las afueras del mercado. Cuando estas gentes vieron que los vendedores de carbón de leña habían cambiado de ubicación sin pedirle permiso a nadie, comenzaron a llegar, preguntando si ellos también podrían trasladarse. ¡Híjole! ¡De pronto hubo doscientas personas sentadas en filas ordenadas vendiendo verduras, y frutas, y carbón de leña, en lo que antes solía ser el estacionamiento donde la gente rica dejaba sus vehículos! El primer día que se reunieron allí, el líder de los vendedores de carbón les dirigió un discurso. ¡Hermanos y hermanas!, exclamó, ¡no tengan miedo!
Muchos de nosotros estamos ahora vendiendo aquí, en esta calle,. Permitamos a todos aquellos que siempre han sido forzados a vender afuera de las partes traseras de los camiones, a todos aquellos que han sido empujados a las afueras del mercado, que vengan aquí, al centro, con nosotros. ¡Permitámosles que vengan y ocupen un sitio en estas hileras que hemos hecho y después veremos si los funcionarios se atreven a decir algo! Sólo una cosa les digo a todos aquellos que se reúnan con nosotros: ¡no quiero oír a nadie que hable de tener miedo! ¡Si permanecemos unidos y firmes, no tenemos nada que temer! Todos los mercachifles indígenas saltaron poniéndose de pie. "¡Estamos contigo!", respondieron con alegría.
De modo que temprano, cada mañana, todas estas gentes venían, se ubicaban en pulcras hileras y extendían sus mercaderías en el suelo.
Pero llegó finalmente el día en que el administrador del mercado regresó. Puesto que él es el jefe del mercado y de todas las calles que lo rodean, se plantó frente al primer vendedor de carbón de leña que vio y le demandó: ¿quién te autorizó a vender acá? Nadie tiene que darnos permiso ya que nosotros pertenecemos a una organización. ¿Qué chingada de organización? ¡Levanta toda esta mierda y vete al infierno, carajo, fuera de aquí, antes de que me enoje, gritó en administrador, no quiero oír ni una palabra más de ninguno de ustedes, culeros! ¿Vas a obedecer o no, hijo de la chingada?
¡Madre de Dios! Se lo veía realmente furioso. No, nosotros no nos quitaremos de aquí. Somos pobres y humildes y necesitamos vender para poder comer, respondió tercamente el indio. Entonces, por fin, habló el dirigente de los vendedores de carbón de leña. "Te ves muy valiente ahora", le dijo al administrador en forma apacible, "pero cuando los zapatistas estaban aquí no dijiste nada porque estuviste escondido atrás de las faldas de tu mujer. Hasta ahora es que has tenido los huevos de hablar. Entonces, ¿quién es el culero? Tal vez sería mejor para ti que te quedaras callado, porque, si nos corres, nos aseguraremos que el mando de los zapatistas sepa tu nombre y lo pondremos al tanto de la clase de hombre que eres. Puedes ganar hoy, pero tal vez deberías pensar lo que te costará en el futuro"
¡Hijo! ¡Nunca antes un indio le había hablado en esa forma al administrador! Él empezó a temblar, quién sabe si de miedo o de rabia, y después se volteó y desapareció sin decir ni una palabra, llevándose a todos sus cobradores de impuesto con él.
Y así fue como estuvieron las cosas hasta comienzos de marzo. Gracias a los zapatistas, los indios están aprendiendo a levantarse por sí mismos…"
Tan-tan.
Muchas Gracias y hasta mañana.
Subcomandante Insurgente Marcos.México, 2 de enero del 2009.
SIETE VIENTOS EN LOS CALENDARIOS Y GEOGRAFÍAS DE ABAJO.
Primer Viento: una digna juventud rabiosa
Buenas noches.
Sintrófisa, síntrofe, Ekseyerméni Eláda. Emís, i pió mikrí, apó aftí ti goniá tu kósmu se jeretáme.
Déksu ton sevasmó mas ke ton zavmasmó mas giaftó pu skéftese ke kánis. Apó makriá mazménume apó séna. Efjaristúme.
(Espero no haber dicho una grosería, lo que quise decir fue "Compañera, compañero, Grecia rebelde. Nosotros, los más pequeños, desde este rincón del mundo te saludamos. Recibe nuestro respeto y admiración por lo que piensas y haces. Desde lejos aprendemos de ti. Gracias.")
I
De las violencias y otras cosas.
Desde hace mucho tiempo, el problema de los calendarios y las geografías han desvelado y develado al Poder. En unos y en otras ha visto (y verá) cómo su flamante engranaje de dominación se atasca y descompone. Por eso es que trata de poner mucho cuidado en el manejo de las geografías y los calendarios.
En las geografías puede parecer más claro: en su torpe truco, que este Festival ha develado, Grecia queda muy lejos de Chiapas. Y en las escuelas se enseña que México queda separado por un océano de Francia, el País Vasco, el Estado Español, Italia. Y si vemos un mapa, podemos notar que Nueva York queda muy al norte de la Chiapas indígena mexicana. Algo que fue refutado hace unas horas por las compañeras y compañeros del Movimiento Justicia para el Barrio. Y la Argentina queda muy al sur de esta tierra, algo desafiado por el compañero de Solano que acaba de hablar.
Pero ni arriba ni abajo hay esa separación. La brutal globalización neoliberal, la IV Guerra Mundial que le decimos los zapatistas, puso a los lugares más distantes en simultaneidad espacial y temporal para el flujo de riquezas… y para su apropiación.
Ya no más los cuentos fantasiosos sobre los supuestamente heroicos descubridores- conquistadores, que vencían con espada y cruz la debilidad de quienes eran "civilizados" . En lugar de las 3 carabelas, una computadora de alta velocidad. En lugar de un Hernán Cortés, un títere simultáneo hecho gobierno en cada rincón del planeta. En lugar de espadas y cruces, una maquinaria de destrucción masiva y una cultura que tiene en común con el "fast food" no sólo su omnipresencia (Mc Donalds, como dios, está en todas partes), también su difícil digestión y su nulo poder nutritivo.
Y esa misma globalización hace que las bombas de los gobiernos israelí y norteamericano caigan en Gaza al mismo tiempo que estremecen el mundo entero.
Con la globalización el mundo entero de arriba se nos puso a la mano… mejor dicho, a la mirada y a la conciencia. Las bombas que asesinan civiles palestinos son también una advertencia que hay que aprender y asimilar. Y el zapatazo a Bush en Irak puede ser reproducido en casi cualquier rincón del planeta.
Y todo va de la mano del culto a lo individual. El entusiasmo que despertó entre los bien portados el zapatazo a Bush (que sólo evidencia la mala puntería del periodista), es festinar un gesto valiente pero inútil e intrascendente para lo fundamental, como semanas después lo demuestra el apoyo del gobierno de Bush al crimen que el gobierno israelí perpetra en territorio palestino… y, perdonen si desilusiono a alguien que haya encendido sus velas al pie de la imagen de Barack Obama, que el sucesor de Bush respalda.
Y mientras la mala puntería en Irak provoca aplausos, la insurrección en Grecia provoca preocupaciones: "Hay el peligro", alertan y exorcizan, "de que la rebelión en Grecia se extienda al resto de Europa".
Ya hemos escuchado y leído lo que nos comunica la rebelde juventud griega de su lucha y de lo que enfrenta. Lo mismo de quienes en Italia se preparan para resistir a la fuerza del gobierno. Y la lucha cotidiana de nuestr@s compas en el norte del norte.
Y frente a esto allá arriba todos sacan sus diccionarios y encuentran la palabra "violencia" y la contraponen a "institucionalidad" . Y sin darle contexto, es decir, posición de clase, acusan, juzgan y condenan.
Y nos dicen que es violenta la juventud griega que hace arder la península helénica. Claro que se edita, se mutila, se borra el hecho de que la policía asesinó a un joven.
En México, en la geografía marcada por la ciudad del mismo nombre, un gobierno de izquierda institucional asesinó a un grupo de jóvenes, adolescentes en su mayoría. Un sector de la intelectualidad progresista guardó un silencio cómplice argumentando que eso era para distraer la atención del público, supuestamente puesta en el carnaval en que se convirtió la supuesta defensa del petróleo. La agresión sexual posterior a las mujeres jóvenes en los separos de la policía se perdió entre el sonido de los bombos y platillos anunciando una consulta que después fue un fracaso. Y, en cambio, no se condenó la violencia de la policía, que, contra lo que se dijo, no actuó desordenadamente. Esa policía ha sido preparada desde hace años para reprimir, hostigar y abusar de jóvenes, de vendedores ambulantes, de trabajador@s sexuales, de colonos y de todo aquel que disienta del gobierno de las pistas de hielo, los mega espectáculos al estilo Fujimori y las recetas para hacer galletitas. Y no hay que olvidar que la doctrina que anima a esta policía fue importada a la Ciudad de México por el hoy presidente "legítimo" de México cuando era jefe de gobierno del DF.
En la Ciudad de México y en Grecia los gobiernos asesinan jóvenes.
La mancuerna gubernamental EU-Israel marca ahora en Gaza la pauta a seguir: es más efectivo matarlos cuando son niños.
Ya antes, en México, en el presente calendario serán ya 10 años, jóvenes estudiantes de la UNAM levantaron un movimiento que desesperó a la izquierda bien portada que, histérica como hoy, los calumnió y desprestigió con ferocidad. Y también entonces se dijo que era un movimiento violento para distraer la atención de la gris campaña electoral del gris candidato presidencial del gris partido de la revolución democrática. Ahora, 10 años después, habría que recordar que la UNAM sigue siendo pública y gratuita gracias al empeño de esos hombres y mujeres, jóvenas y jóvenes a quienes hoy saludamos.
Pero en nuestro dolorido México quienes se llevan el primer lugar en usos y abusos de manosear el término "violencia" son Felipe Calderón Hinojosa y medios de comunicación que lo acompañan (cada vez menos, por cierto). El señor Calderón, aficionado a los juegos de computadora de estrategia en tiempo real (su juego favorito, lo declaró alguna vez, es "Age of Empires" –"la época de los imperios"-), decidió que, en lugar de pan y circo, al pueblo había que darle sangre. Como el circo ya lo dan los políticos profesionales y el pan está muy caro, Calderón decidió, apoyado en un bando de narcotraficantes, hacerle la guerra al otro bando. Violando la Constitución, sacó al ejército a cumplir labores de policía, ministerio público, juzgado, carcelero y ejecutor. Que esa guerra la está perdiendo lo sabe cualquiera que no sea de su gabinete, – y que la muerte de su pareja sentimental fue un asesinato, también se sabe aunque no se publique-.
Y en su guerra, las fuerzas del gobierno de Calderón tienen en su haber el asesinato de no pocas personas que nada debían, de niños y de no natos.
Con Calderón al frente, el gobierno de México va un paso delante de los de Estados Unidos e Israel: él los mata desde que están en el vientre materno.
Pero se dijo, y todavía lo repiten locutores y editorialistas, que se iba a usar la fuerza del Estado para combatir a la violencia del crimen organizado.
Y cada vez más se ve que el crimen organizado es quien dirige la fuerza del Estado.
Aunque tal vez todo se trate de una inteligente estratagema de Calderón y su objetivo sea distraer la atención de la gente. Ocupado como está el público con el sangriento fracaso de la guerra contra el narcotráfico, puede que no se dé cuenta del fracaso calderonista en política económica.
Pero volvamos a las condenas a la violencia que desde arriba se hacen.
Hay una trasmutación tramposa, una falsa tautología: dicen condenar la violencia pero en realidad condenan la acción.
Para ellos, los de arriba, la inconformidad es un mal del calendario o, cuando también se desafía a éste, una patología cerebral que se cura, según algunos, con mucha concentración mental, poniéndose en armonía con el universo y así todos somos seres humanos… o ciudadanos.
Para estos violentos pacifistas todos son seres humanos: lo es la joven griega que levanta la mano con una molotov en ella y el policía que asesina a los Alexis que en el mundo han sido y serán; lo es el niño palestino que llora en el funeral de sus hermanitos muertos por las bombas israelíes y el piloto del avión de combate con la estrella de David en el fuselaje; lo es el señor George W Bush y el indocumentado asesinado por la Border Patrol en Arizona, EU; lo es el multimillonario Carlos Slim y la mesera de un Sanborns que debe viajar 3 ó 4 horas para llegar al trabajo y salir de él y si llega tarde la despiden; lo es el señor Calderón, quien se dice jefe del ejecutivo federal mexicano, y el campesino despojado de su tierra; lo es el señor López Obrador y los indígenas asesinados en Chiapas a quienes ni vio ni oyó; lo es el señor Peña Nieto, depredador del Estado de México y el campesino Ignacio Del Valle, del FPDT, preso por defender a los pobres; en fin, lo son los hombres y mujeres que tienen la riqueza y el poder, y las mujeres y hombres que no tienen nada más que su digna rabia.
Y allá arriba demandan y exigen: "Hay que decir no a la violencia, venga de donde venga"… teniendo cuidado de hacer énfasis si la violencia viene de abajo.
Según ellos, todos y todas deben ponerse en armonía para que sus diferencias y contradicciones se resuelvan y gritar la consigna: "el pueblo armado también es explotado", refiriéndose a soldados y policías.
Nuestra posición como zapatistas es clara. No apoyamos el pacifismo que se enarbola para que sea otro el que ponga la otra mejilla, ni la violencia que se alienta cuando son otros quienes ponen los muertos.
Nosotros somos quienes somos, con todo lo bueno y todo lo malo que cargamos y que es nuestra responsabilidad.
Pero sería ingenuo pensar que todo lo bueno que hemos logrado, incluido el privilegio de escucharlos y aprender de ustedes, se hubiera conseguido sin la preparación de una década entera para que amaneciera el Primero de Enero como de por sí amaneció hace 15 años.
No fue con una marcha o un desplegado de los-abajo-firmantes que nos dimos a conocer. Fue con un ejército armado, con los combates contra las fuerzas federales, con la resistencia armada, que nos dimos a conocer al mundo.
Y nuestros compañeros y compañeras caídos, muertos y desaparecidos, lo han sido en una guerra violenta que no empezó hace 15 años, sino hace 500 años, hace 200 años, hace 100 años.
No estoy haciendo una apología de la violencia, estoy señalando un hecho constatable: en guerra nos conocieron, en guerra nos hemos mantenido estos 15 años, en guerra seguiremos hasta que este rincón del mundo llamado México haga suyo su propio destino, sin trampas, sin suplantaciones, sin simulaciones.
El Poder tiene en la violencia un recurso de dominación, pero también lo tiene en el arte y la cultura, en el conocimiento, en la información, en el sistema de justicia, en la educación, en la política institucional y, por supuesto, en la economía.
Cada lucha, cada movimiento, en sus muy particulares geografías y calendarios, debe recurrir a diversas formas de lucha. No es la única y probablemente no sea la mejor, pero la violencia es una de ellas.
Es un gesto bello el enfrentar con flores los cañones de los fusiles, vaya hasta hay fotos eternizando el acto. Pero a veces es necesario hacer que esos fusiles cambien de objetivo y se dirijan hacia arriba.
El acusador y el acusado.
Se nos acusa de muchas cosas, es cierto. Y probablemente seamos culpables de alguna de ellas, pero ahora quiero detenerme en una:
No disparamos al reloj del tiempo ese primero de enero, ni lo convertimos en una fiesta nostálgica de derrota, como han hecho con el 68 algun@s de esa generación en todo el mundo, como lo han hecho en México con el 88 y ahora hasta con el 2006. Sobre este culto enfermizo por los calendarios trucados volveré después
Tampoco editamos la historia para renombrarla señalando que somos o fuimos los únicos o los mejores, o ambas cosas (que es lo que hace esa histeria grupal que es el movimiento lopezobradorista, pero ya volveré sobre esto después).
Hubo y hay quienes nos critican que no hayamos dado el salto "a la realpolitik" cuando nuestros bonos políticos, es decir nuestro rating mediático, favorecía un buen precio por nuestra dignidad en el mercado de opciones electorales (que no políticas).
Nos acusan, en concreto, de no haber sucumbido a la seducción del poder, ésa que ha logrado que gente muy brillante de izquierda diga y haga cosas que serían una vergüenza para cualquiera.
Nos acusaron también de "desvarío ultra" o "radicalismo" porque en la VI Declaración señalamos al sistema capitalista como el causante de los principales males que aquejan a la humanidad. Hoy ya no insisten en eso, porque hasta los voceros del gran capital financiero en Wall Street lo dicen.
Por cierto, ahora que todo mundo dice y redice sobre la crisis global, habría que recordar que hace ya 13 años, en 1996, fue advertida por un escarabajo digno y rabioso. Don Durito de La Lacandona, en la ponencia más breve que he escuchado en mi corta edad, dijo "el problema con la globalización es que luego los globos se revientan".
Nos acusan de no constreñirnos a la supervivencia que con sacrificios y el apoyo de los abajos en los rincones del planeta hemos edificado en estas tierras indias, y de no encerrarnos en lo que las mentes lúcidas (así se dicen) llaman "el laboratorio zapatista" o "la comuna de la Lacandona".
Nos acusan de salir, una y otra vez, para confrontar al Poder y para buscar a otras, otros, ustedes, que lo confronten sin falsos consuelos ni conformismos.
Nos acusan de haber sobrevivido.
Y no se refieren a la resistencia que 15 años después nos permite decir que seguimos luchando, no sólo viviendo.
Lo que les molesta es que hayamos sobrevivido como otro referente de la lucha, de la reflexión crítica, de la ética política.
Nos acusan, quién lo fuera a decir, de no habernos rendido, de no habernos vendido, de no haber claudicado.
Nos acusan, en suma, de ser zapatistas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Hoy, 515 años después, 200 años después, 100 años después, 25 años después, 15 años después, 5 años después, 3 años después, declaramos: somos culpables.
Y, puesto que es el modo neozapatista, no sólo lo confesamos, también lo celebramos.
No imaginamos que esto le iba a doler a algunos que allá arriba simulan progresismo o se visten de una izquierda de amarillo descolorido o sin siquiera color, pero hay que decirlo:
El EZLN vive. ¡Viva el EZLN!
Muchas gracias.
Subcomandante Insurgente Marcos.México, 2 de enero del 2009.
P.D.- Siete Cuentos para Nadie.
CUENTO 1: ASÍ FUE…
Ya hemos escuchado al Teniente Coronel Insurgente Moisés presentarme como parte de la niñez zapatista. Tal vez para desafiar el calendario, luego a los zapatistas nos da por cumplir años al revés y en lugar de los 515 años que dice que tengo mi acta de nacimiento, cumplí 5 y entré en 6, o sea que tengo 7 años. Puede ser, después de todo si algo ha demostrado el zapatismo es que muchas cosas que parecían imposibles se hacen posibles con imaginación, ingenio y audacia.
En defensa de mi absurdo calendario puedo decir que con niñas y niñas comparto la fobia a las inyecciones y el gusto por los cuentos y relatos.
Hace algún tiempo, platicando con una compañera ciudadana, le contaba yo de algunas de las cosas que acá pasan. Me decía ella que no las creía. Yo le dije que la entendía, que era porque no se iban a creer que las narraba como cuentos.
En nuestras montañas pasan cosas que a ustedes les pueden parecer increíbles. Así que como tal se las cuento, como si fueran cuentos.
Porque parece increíble que, en efecto, en nuestras montañas habita un escarabajo con ínfulas de caballero andante, que hay una piedrita inconforme entrenándose para ser nube, que el Sup se está aliando con niños y niñas zapatistas para redactar una parte del Programa Nacional de Lucha que prohíba terminantemente la producción, el tráfico y el consumo de inyecciones, que el Viejo Antonio se aparece cada tanto con historias y leyendas que le contaron los dioses más primeros, los que nacieron el mundo, que Elías Contreras, Comisión de Investigación del EZLN, ya era difunto cuando fue a la ciudad para luchar contra el mal y el malo, que un homosexual trabajador sexual le salvó la vida paradójicamente porque ya era difunto una fría madrugada capitalina, y que a veces hablaba con un caló de skatero, que la Toñita tiene 3 generaciones y 6 años sobre sus hombros y que se mete sin permiso en la Comandancia General del EZLN, que la luna a veces se emborracha de desamor, que los niños y niñas piensan y actúan como si el Sup fuera uno niño más que no ha dejado ese chupón raro que echa humo, que la insurgenta Erika refundó el marxismo con tendencias francamente feministas, que el otro día echaron una bomba en un cuartel zapatista y nadie murió, que Sombra el guerrero fue maldecido por una luna rencorosa y despechada, y que, sin embargo, sigue buscando perderse, que hay un búho que, en lugar de griego y latín, estudia los catálogos de ropa interior femenina, que hay una niña que se llama Diciembre y que, como su nombre lo indica, nació en noviembre, que el Moy sabe que, cuando no se le encuentra en la Comandancia General, al Sup hay que buscarlo en lo alto de la Ceiba,
Así que, en lugar de discutir sobre la veracidad de cosas tan cotidianas en nuestras montañas, vengo yo, un subcomandante cualquiera, y se las platico como si fueran cuentos.
Hace unos momentos hemos entregado a la compañera que habló de la Grecia insurrecta un cuadro hecho por una compañera ciudadana, Beatriz Aurora. En el cuadro se representa con muchos colores esta ciudad de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, y en ellas se señalan los lugares donde trabajan personas que luchan como nosotros, aunque sin armas ni pasamontañas.
El significado de este regalo tal vez se entienda mejor con lo que ahora les voy a contar:
Hace 15 años fueron tomadas por nuestras tropas 7 cabeceras municipales: Las Margaritas, Ocosingo, Altamirano, San Cristóbal de las Casas, Oxchuc y Chanal. Entonces fueron rendidas o sorprendidas las fuerzas gubernamentales que las guardaban.
Tal vez se puede decir que la toma de esta ciudad en la que estamos, San Cristóbal de las Casas, bastión ladino del racismo, fue la que nos dio a conocer al mundo. Puede ser.
Lo que sí sé es que las tomas de Ocosingo, Las Margaritas y Altamirano fueron las que nos dieron dominio sobre el territorio y permitieron la toma de las buenas tierras de labranza y su recuperación, después de cientos de años de despojo. Esta toma de tierras fue la base económica para construir la autonomía zapatista.
De esto ya hablé hace un año y quienes quieran ahondar en ello deberán buscar en internet o conseguir alguna edición marginal, porque está visto que todo lo que no sea a favor o en contra del movimiento
lopezobradorista no se publica.
Hablando de imaginación, ingenio y audacia para hacer posible lo imposible, los relatos que les voy a narrar a continuación no son cuentos y no son zapatistas. Pero se refieren a eso que pasó hace 15 años y sacudió al mundo y, como se verá a continuación, también al submundo de los indígenas.
El uno es de un indígena tzotzil progobiernista y el otro es de un indígena no zapatista que sobrevive vendiendo sus productos en el mercado de esta ciudad. Se trata de la traducción en español de una traducción en inglés de una traducción al español de unos relatos en tzotzil, por eso escucharán un texto muy pulcro en su redacción y en su vocabulario.
Traducido por Jan Rus, en el libro de Marián Perez Tzu, "Indigenous Revolts", Grosnor & Ouweneel, Cedla, Amsterdam, 1996. Pp. 122-128. Recopilado en "Antigua y nueva palabra. Antología de la literatura mesoamericana desde los tiempos precolombinos hasta el presente". Miguel León-Portilla y Earl Shorris, con Sylvia S. Shorris y Ascensión H. de León-Portilla. Ed Aguilar. México, octubre de 2004. Pa 732-733.
Va pues:
Principios de enero: preparativos y visitas.
"Antes de la invasión de San Cristóbal, todo mundo siempre hablaba acerca de cómo los soldados de la base militar que custodiaban la entrada sur de la ciudad habían distribuido trampas alrededor de todo su puesto y de cómo las habían arreglado de tal manera que nadie se animara a atacarlos alguna vez. Si los pobres indígenas, en alguna ocasión, se atrevieran a dar problemas, se decía, los soldados acabarían con ellos allí mismo, antes incluso de que pudieran salir del bosque. Los oficiales del ejército son maestros en el arte de matar, decían, y todo lo que tienen que hacer todos los días, su única tarea, es enseñar a los soldados recientemente reclutados a matar. Y como si todo eso no fuera suficiente para ahuyentar a un grupo de campesinos andrajosos, decía todo mundo, los soldados tenían también cantidades de bombas almacenadas en su fuerte. ¡Y éstas eran nada menos que bombas especiales para matar indios!
K´elavil, mira, según lo que decía la gente, los soldados habían sujetado un alambre especial alrededor de sus barracas, el que estaba conectado a una bomba cada pocos pasos. Si los malditos indios alguna vez se atrevían a acercarse, decían, todo lo que los soldados tenían que hacer era incorporarse de sus camastros y tocar el alambre con algo de metal –como, por ejemplo, una corcholata de cerveza- y todas las bombas explotarían. Y si los indios trataban de cortar el alambre, también explotarían las bombas.
Pero, por supuestos, los soldados tienen fama de no dormir nunca, así que, en primer lugar, los indios nunca podrían siquiera acercarse a las bombas. Los soldados se figuraban que nadie podría alguna vez atravesar la línea de bombas. Pero, después de todos esos preparativos, ¿qué ocurrió? El primero de enero, ¡los soldados estaban despiertos cuando los zapatistas arribaron a San Cristóbal! ¡Pero roncando! No vieron a los zapatistas cuando entraron por los puestos de control junto con los otros pasajeros de los autobuses de segunda clase. No se dieron cuenta de que los zapatistas salían de los camiones en la terminal de autobuses y caminaban hacia el centro de la ciudad. ¡No vieron nada! Y cuando los soldados despertaron, ¡los zapatistas ya habían rodeado el Palacio de Gobierno, y habían ubicado sus propias guardias alrededor de la ciudad! Después de todo, ¡fue el ejército el quedó fuera de la ciudad, refugiado en sus barracas! ¡Los zapatistas triunfaron ignorándolos, simplemente! ¡No fue sino hasta el día siguiente, cuando ya habían concluido lo que debían hacer en la ciudad, que los zapatistas finalmente fueron a visitar a los soldados!
Los zapatistas son solamente indígenas, pero lo que olvidaron los oficiales del ejército es que los indios también son hombres. Y puesto que son hombres, también podían estar armados y entrenados igual que el ejército. Todo lo que necesitaban era la idea. ¡Y cuando ésta surgió, el desarrollo de su pensamiento fue mejor que el del ejército! ¡Ellos hicieron tontos a los oficiales quienes eran maestros en el arte de matar! Desde ese día, todos nosotros, incluso aquellos que no somos enemigos del gobierno, sentimos algo así como risa, cosquilleándonos en la garganta.
Si hay un parte triste de todo esto es que, a pesar de que los zapatistas son seres humanos, han tenido que vivir escondiéndose desde ese momento hasta ahora, No pueden dormir en sus propias camas ni habitar en sus propias casas, sino que deben permanecer escondidos en cuevas en la selva. Incluso si quieren tener niños, como cualquier otra persona, deben tener relaciones en las cuevas. ¡Como los armadillos!"
Fin de este relato.
Y ya que estamos hablando de calendarios de arriba y de abajo, recordemos que ya son también 15 de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio. Así que ahora algo del libre comercio…
Finales de junio (enero): hacia un mercado libre
Durante, más o menos, las dos primeras semanas del cerco de San Cristóbal, ningún funcionario ladino se dejó ver en público, tampoco ningún policía, ni un policía de tránsito ni un colector de impuestos del mercado. Ni uno solo. ¡Habían desaparecido! Estaban tan atemorizados de los zapatistas que se escondieron.Pero en el momento justo en que estuvieron seguros de que el ejército zapatista se había retirado y ya no regresaría, ¡já!, de inmediato aparecieron de vuelta los policías de tránsito, quitando las placas a los vehículos, los policías municipales aporreando beodos, y los colectores de impuestos corriendo a las pobres mujeres que procuraban vender sus jitomates y limones en las esquinas de las calles. De repente, cuando los zapatistas se fueron, dejaron de tener miedo. Pero cuando los zapatistas estaban aquí, se quedaron en sus habitaciones, con las cortinas cerradas, temblando de miedo. Ni siquiera podían acostarse con sus mujeres de tan asustados que estaban.
¿Se dan cuenta de que esto significa? Que ellos estaban aterrorizados por los indígenas –porque eso son los zapatistas, son indios-. Cuando nosotros, los otros indígenas, nos dimos cuenta de ello, de inmediato nos sentimos fuertes. Fuertes como los zapatistas. Los mestizos de San Cristóbal siempre nos habían menospreciado solamente porque no hablábamos correctamente el español. Pero ahora todo había empezado a cambiar.
Un ejemplo de esto es que, a mediados de enero, cuando los funcionarios estaban todavía escondidos, los indígenas vendedores de carbón de leña se reunieron y formaron la Organización Zapatista de Vendedores de Carbón de Leña. Después, sin pedirle permiso a nadie, se trasladaron del baldío en el cual siempre se habían visto obligados a vender en tiempos anteriores, a la calle exactamente al lado del mercado principal.
El hecho es que el carbón de leña es verdaderamente sucio. Todo a su alrededor se cubre de un polvo negro, por lo que los funcionarios del mercado siempre los habían mantenido lejos de la sección del mercado que frecuentaban la "gente decente" y los turistas. Sin embargo, al no haber nadie que los detuviera, los vendedores de carbón de leña pudieron estar cerca de todos los demás.
Pero había también muchos otros indígenas que siempre fueron relegados a las afueras del mercado. Cuando estas gentes vieron que los vendedores de carbón de leña habían cambiado de ubicación sin pedirle permiso a nadie, comenzaron a llegar, preguntando si ellos también podrían trasladarse. ¡Híjole! ¡De pronto hubo doscientas personas sentadas en filas ordenadas vendiendo verduras, y frutas, y carbón de leña, en lo que antes solía ser el estacionamiento donde la gente rica dejaba sus vehículos! El primer día que se reunieron allí, el líder de los vendedores de carbón les dirigió un discurso. ¡Hermanos y hermanas!, exclamó, ¡no tengan miedo!
Muchos de nosotros estamos ahora vendiendo aquí, en esta calle,. Permitamos a todos aquellos que siempre han sido forzados a vender afuera de las partes traseras de los camiones, a todos aquellos que han sido empujados a las afueras del mercado, que vengan aquí, al centro, con nosotros. ¡Permitámosles que vengan y ocupen un sitio en estas hileras que hemos hecho y después veremos si los funcionarios se atreven a decir algo! Sólo una cosa les digo a todos aquellos que se reúnan con nosotros: ¡no quiero oír a nadie que hable de tener miedo! ¡Si permanecemos unidos y firmes, no tenemos nada que temer! Todos los mercachifles indígenas saltaron poniéndose de pie. "¡Estamos contigo!", respondieron con alegría.
De modo que temprano, cada mañana, todas estas gentes venían, se ubicaban en pulcras hileras y extendían sus mercaderías en el suelo.
Pero llegó finalmente el día en que el administrador del mercado regresó. Puesto que él es el jefe del mercado y de todas las calles que lo rodean, se plantó frente al primer vendedor de carbón de leña que vio y le demandó: ¿quién te autorizó a vender acá? Nadie tiene que darnos permiso ya que nosotros pertenecemos a una organización. ¿Qué chingada de organización? ¡Levanta toda esta mierda y vete al infierno, carajo, fuera de aquí, antes de que me enoje, gritó en administrador, no quiero oír ni una palabra más de ninguno de ustedes, culeros! ¿Vas a obedecer o no, hijo de la chingada?
¡Madre de Dios! Se lo veía realmente furioso. No, nosotros no nos quitaremos de aquí. Somos pobres y humildes y necesitamos vender para poder comer, respondió tercamente el indio. Entonces, por fin, habló el dirigente de los vendedores de carbón de leña. "Te ves muy valiente ahora", le dijo al administrador en forma apacible, "pero cuando los zapatistas estaban aquí no dijiste nada porque estuviste escondido atrás de las faldas de tu mujer. Hasta ahora es que has tenido los huevos de hablar. Entonces, ¿quién es el culero? Tal vez sería mejor para ti que te quedaras callado, porque, si nos corres, nos aseguraremos que el mando de los zapatistas sepa tu nombre y lo pondremos al tanto de la clase de hombre que eres. Puedes ganar hoy, pero tal vez deberías pensar lo que te costará en el futuro"
¡Hijo! ¡Nunca antes un indio le había hablado en esa forma al administrador! Él empezó a temblar, quién sabe si de miedo o de rabia, y después se volteó y desapareció sin decir ni una palabra, llevándose a todos sus cobradores de impuesto con él.
Y así fue como estuvieron las cosas hasta comienzos de marzo. Gracias a los zapatistas, los indios están aprendiendo a levantarse por sí mismos…"
Tan-tan.
Muchas Gracias y hasta mañana.
Subcomandante Insurgente Marcos.México, 2 de enero del 2009.
Gaza cortada en dos por sangrienta ofensiva israelí
http://www.granma.cu/espanol/2009/enero/lun5/gaza.html
Gaza cortada en dos por sangrienta ofensiva israelí
GAZA.- Israel intensificó este lunes su invasión terrestre a Gaza y logró cercenarla en dos partes, aunque reportes de un soldado muerto y unos 30 heridos confirman sus propios pronósticos de que la ofensiva no será "un paseo escolar", reporta PL.
Miles de efectivos de infantería junto a tanques y otros blindados fuertemente artillados avanzaron hasta las afueras de la ciudad de Gaza con apoyo de fuerzas aéreas y navales, que disparan de forma indiscriminada contra supuestos objetivos del grupo islamista Hamas.
Según fuentes médicas y de agencias humanitarias, los civiles aportan más del 25 por ciento del total de víctimas de los ataques hebreos desde el 27 de diciembre, ascendente a más de 520 muertos y alrededor de dos mil 450 heridos palestinos.
Pese a que la magnitud de los combates corrobora el vaticinio del ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, de que la ofensiva no sería "fácil ni breve", el presidente Shimon Peres, Premio Nobel de la Paz, apostó a más fuego y consideró "sin sentido" detener la agresión.
La más reciente acción armada ocurrió este lunes con la muerte de 12 integrantes de dos familias en la zona de Zeitoun, mientras tropas invasoras se acantonaron también en el campamento de refugiados de Al-Jabaliya y las ciudades de Beit Hanoun y Beit Lahiya (norte).
En esta última un misil lanzado por Israel impactó en una ambulancia de una agencia internacional y provocó la muerte de un paramédico, mientras otro carro de socorro quedó inutilizado y sus tres ocupantes perecieron por un ataque aéreo.
Fuentes de la ONU consideraron desastroso el panorama humanitario y médicos palestinos calificaron de acto genocida la muerte de tantos civiles por el bombardeo y el bloqueo hebreo a la entrada de medicamentos, mientras se calcula ya hay 13 mil desplazados internos.
Por otro lado, la agencia audiovisual Ramattan, único medio local aún con señal luego que ayer bombas israelíes destruyeron aquí la sede del canal Al-Aqsa, indicó que los tanques y la artillería invasoras consiguieron penetrar por el sur de esta ciudad hasta Netzarim.
Desde esa antigua colonia ocupada por los judíos hasta su retirada de Gaza en 2005, se pudo obstruir la comunicación vial entre esta urbe de unos 500 mil habitantes y la parte meridional de la franja.
Por el sur, la región más castigada es la que rodea al paso de Rafah, fronterizo con Egipto y que El Cairo sólo abre para permitir el paso de heridos que son trasladados hasta la ciudad egipcia de Al-Arish, a Arabia Saudita, Jordania u otros países del área.
Pese al avance del ejército judío, con vasto despliegue de armamento y más de 11 mil uniformados, los milicianos islamistas en este enclave costero mantienen una fuerte resistencia y se estima que dispararon más de medio centenar de cohetes contra Israel en 24 horas.
Aunque Israel sólo reportó un soldado muerto durante la segunda fase de su agresión, versiones sin confirmación oficial refieren que sufrió la baja fatal de otros cuatro efectivos y que nueve más están prisioneros en poder de combatientes de Hamas.
El Movimiento de la Resistencia Islámica, entretanto, reconoce la muerte de cuatro milicianos, lo que refuerza la tesis de que los restantes 70 fallecidos en los últimos dos días eran civiles.
Gaza cortada en dos por sangrienta ofensiva israelí
GAZA.- Israel intensificó este lunes su invasión terrestre a Gaza y logró cercenarla en dos partes, aunque reportes de un soldado muerto y unos 30 heridos confirman sus propios pronósticos de que la ofensiva no será "un paseo escolar", reporta PL.
Miles de efectivos de infantería junto a tanques y otros blindados fuertemente artillados avanzaron hasta las afueras de la ciudad de Gaza con apoyo de fuerzas aéreas y navales, que disparan de forma indiscriminada contra supuestos objetivos del grupo islamista Hamas.
Según fuentes médicas y de agencias humanitarias, los civiles aportan más del 25 por ciento del total de víctimas de los ataques hebreos desde el 27 de diciembre, ascendente a más de 520 muertos y alrededor de dos mil 450 heridos palestinos.
Pese a que la magnitud de los combates corrobora el vaticinio del ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, de que la ofensiva no sería "fácil ni breve", el presidente Shimon Peres, Premio Nobel de la Paz, apostó a más fuego y consideró "sin sentido" detener la agresión.
La más reciente acción armada ocurrió este lunes con la muerte de 12 integrantes de dos familias en la zona de Zeitoun, mientras tropas invasoras se acantonaron también en el campamento de refugiados de Al-Jabaliya y las ciudades de Beit Hanoun y Beit Lahiya (norte).
En esta última un misil lanzado por Israel impactó en una ambulancia de una agencia internacional y provocó la muerte de un paramédico, mientras otro carro de socorro quedó inutilizado y sus tres ocupantes perecieron por un ataque aéreo.
Fuentes de la ONU consideraron desastroso el panorama humanitario y médicos palestinos calificaron de acto genocida la muerte de tantos civiles por el bombardeo y el bloqueo hebreo a la entrada de medicamentos, mientras se calcula ya hay 13 mil desplazados internos.
Por otro lado, la agencia audiovisual Ramattan, único medio local aún con señal luego que ayer bombas israelíes destruyeron aquí la sede del canal Al-Aqsa, indicó que los tanques y la artillería invasoras consiguieron penetrar por el sur de esta ciudad hasta Netzarim.
Desde esa antigua colonia ocupada por los judíos hasta su retirada de Gaza en 2005, se pudo obstruir la comunicación vial entre esta urbe de unos 500 mil habitantes y la parte meridional de la franja.
Por el sur, la región más castigada es la que rodea al paso de Rafah, fronterizo con Egipto y que El Cairo sólo abre para permitir el paso de heridos que son trasladados hasta la ciudad egipcia de Al-Arish, a Arabia Saudita, Jordania u otros países del área.
Pese al avance del ejército judío, con vasto despliegue de armamento y más de 11 mil uniformados, los milicianos islamistas en este enclave costero mantienen una fuerte resistencia y se estima que dispararon más de medio centenar de cohetes contra Israel en 24 horas.
Aunque Israel sólo reportó un soldado muerto durante la segunda fase de su agresión, versiones sin confirmación oficial refieren que sufrió la baja fatal de otros cuatro efectivos y que nueve más están prisioneros en poder de combatientes de Hamas.
El Movimiento de la Resistencia Islámica, entretanto, reconoce la muerte de cuatro milicianos, lo que refuerza la tesis de que los restantes 70 fallecidos en los últimos dos días eran civiles.
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